Estintores

Clases de fuego y sus agentes extintores

Actualizado a fecha: 2 septiembre, 2020

Para apagar un incendio, primero es importante conocer los mecanismos necesarios para que se origine el fuego. Conociendo esto, podremos atacarlo mejor y de distintas formas según sea la clase de fuego.

Para que se origine un incendio son necesarios cuatro factores igual de importantes:

1.- Un material combustible, que obligatoriamente tiene que estar en fase gaseosa o de vapor. Esto nos suele llevar a engaño. Por ejemplo, pensamos que una madera arde y es un sólido. Pero para que exista una llama, lo que realmente la produce, no es la madera en si, sino los vapores que emanan de ésta cuando alcanza cierta temperatura.

2.- Un comburente, normalmente el oxígeno presente en el aire. Sin este elemento tampoco es posible un incendio. La llama proviene de la mezcla de Comburente y Combustible ambos en fase gaseosa, como hemos dicho antes.

3.- Una Temperatura de Activación. Para que parte del material combustible emane vapores y se pueda producir la llama con la mezcla con oxígeno, es necesario una temperatura adecuada de activación. Ésta depende de cada material y por debajo de ésta, no se produce el fuego.

4.- Un Reacción en Cadena. Una vez originada la primera ignición, para que continúe el fuego necesita de una reacción en cadena que vaya liberando más vapor del material combustible y también necesitara de más oxígeno que obtiene del aire. Esta reacción en cadena puede ser lineal, por ejemplo, imaginemos una mecha ardiendo o exponencial cuando una simple cerilla da lugar a un gran incendio.

Para conseguir apagar un incendio, hemos de eliminar uno o más de estos 4 factores, lo que veremos más adelante con los agentes extintores.

Clases de Fuego

Según marca la norma UNE EN 2-1994 /A1 existen 5 Clases de Fuego diferenciadas por la naturaleza del material combustible:

 Clase A:

Son los fuegos cuyo material combustible es de naturaleza sólida, generalmente orgánica y cuya combustión normalmente da origen a la formación de brasas. Ejemplos: Madera, papel, cartón, carbón, paja, plásticos, caucho, etc.

Un ejemplo de este tipo de fuegos es el ocurridos en el interior de una vivienda en la que hay muebles de madera, cortinas, multitud de plásticos, etc. Normalmente precisan de una temperatura de activación elevada para que el sólido emane esos vapores necesarios para originar la llama.

 

Clase B:

Son los fuegos cuyo material combustible es de naturaleza líquida, o sólidos licuables.

Ejemplos: Gasolina, Petróleo, Alcohol, etc.

Al estar en fase líquida, siempre hay una pequeña evaporación de estas sustancias en el aire y la temperatura de activación suele ser más baja, con lo que hay que tener mucho cuidado en no iniciar una reacción en cadena, como por ejemplo alguien fumando en una gasolinera.

 

Clase C:

Son los fuegos cuyo material combustible se encuentra en naturaleza gaseosa a temperatura ambiente.

Ejemplos: Gas natural, Butano, Propano, Acetileno, Hidrógeno, Propileno.

Algunos de estos fuegos son muy comunes de manera controlada en casa, como gas para cocinar o una caldera de gas. Normalmente la temperatura de activación es la más baja de todas y una simple chispa basta para iniciar la reacción en cadena casi a cualquier temperatura.

 

Clase D:

Son los fuegos cuyo material combustible son Metales.

Ejemplos: Aluminio en Polvo, Magnesio, Sodio, Potasio.

Son fuegos que normalmente se dan solo en industrias que trabajan con estos metales combustibles. Normalmente los protocolos de seguridad contra incendios en las empresas hacen que estén bajo un control específico, aunque hay veces que por desconocimiento o imprudencia, esto no ocurre.

 

Clase F:

Son los fuegos cuyo material combustible son los derivados de ingredientes empleados en los aparatos de cocina.

Ejemplos:  Los aceites y grasas vegetales o animales.

Podría pertenecer a la clase B por su naturaleza en estado líquido, pero el hecho tener un origen vegetal o animal y su uso a alta temperatura en algo tan frecuente como cocinar, lo hace merecedor de una clase especial.

Aunque en otros países se contempla otra clase de fuego denominado “Fuego eléctrico” en Europa esta clase no existe, esto se argumenta porque la electricidad suele ser el origen del fuego pero no es la naturaleza del material combustible. Pero es importante conocer que exista electricidad en el entorno del incendio y siempre intentar cortarla. Si esto no es posible deberemos tenerlo en cuenta a la hora de elegir el agente extintor. Normalmente en los propios extintores figura su comportamiento con la electricidad y en qué rango de voltaje se puede usar cada uno.

 

Agentes Extintores

Son productos o simples acciones que hacen que el fuego se apague. Para ello siempre tratamos de eliminar uno o más de los 4 factores del incendio que mencionamos al principio de este artículo.

  1. Retirar o dividir el material combustible: Esto que parece tan elemental, a veces se nos pasa cuando nos enfrentamos a un incendio. Cuando localizamos el foco del incendio, tenemos que pensar que hay alrededor combustible que pueda seguir la reacción en cadena, si lo podemos alejar de las llamas es probable que el fuego se quede sin material combustible y pare por sí solo. Esta teoría también se usa en las zonas de Cortafuegos en los Montes, se divide el monte en zonas para que el incendio sea más limitado.
  2. Sofocar un incendio: esto es quitarle el Comburente al fuego, es decir dejarlo sin oxígeno, esto automáticamente hará que las llamas desaparezcan. Un ejemplo muy común es cuando nos encontramos con una sartén ardiendo y le ponemos una tapa, por mucho material combustible que tengamos si falta el oxígeno no arderá. Otro ejemplo son las cocinas industriales, salas informáticas, en los que se instala un dispositivo que emana un gas que inunda el ambiente eliminando el oxígeno de la zona, apagando el fuego.
  3. Enfriar el foco del incendio: Si conseguimos rebajar la temperatura del foco del incendio romperemos la reacción en cadena ya que el siguiente material combustible no tendrá la temperatura de activación necesaria para proseguir la combustión. Esto ocurre, por ejemplo con el agua, que ataca al fuego por medio de dos factores, baja la temperatura del foco del incendio y la parte que pasa a vapor de agua aleja el oxígeno, sofocándolo también.
  4. Uso de extintores: En el cuadro vemos los principales tipos y su idoneidad respecto a la Clase de Fuego:

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